Rendir nuestra voluntad a Dios es lo más lógico y racional que podemos hacer, porque Dios nos creó y Él
nos conoce. Seguir a Jesús nos ayuda a cerrar la brecha entre la persona que la gente ve y quién realmente somos. No es por mandamientos, no es por una ley, es porque Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, es por misericordia.
¿Envidia, enojo, codicia? Existen algunas estrategias y soluciones para controlar emociones tóxicas. Cuida tu corazón y no dejes que tu alma se enferme.
Tenemos una tendencia natural a aferrarnos. Nos aferramos a cosas, logros, posesiones y personas. Eso viene de nuestra tendencia a aferrarnos. El problema es que aquello a lo que nos aferramos se reduce. Peor aún, nos reduce.No te pierdas este mensaje en el que aprenderemos un hábito para mantener nuestras almas sanas y alejadas de este apetito.
